Medardo Ángel Silva
Medardo Ángel Silva Rodas nació en Guayaquil el
8 de junio de 1898, hijo del Sr. Enrique Silva Valdez y de la Sra. Mariana
Rodas Moreira, y murió de forma trágica el 10 de junio de 1919 en la misma
ciudad, (dos días después de haber cumplido 21 años). Fue Escritor, poeta,
músico
y compositor, considerándose el mayor representante
del modernismo en la poesía ecuatoriana.
De formación realmente autodidacta y origen humilde,
ejerció como maestro de escuela; quizá su condición de mulato influyó en el
pesimismo que llenó su vida, en una sociedad todavía lejana del sentimiento
humano de la comprensión y la convivencia. No se ha podido concretar si lo
impulsó al suicidio un desengaño amoroso o si murió a manos de un rival por
celos. La obra de Silva se contiene en dos volúmenes: El Árbol del Bien y del
Mal, que él mismo editara en 1917, y Poesías escogidas, una selección que
Gonzalo Zaldumbide publicó en 1926, en París. Silva era el menor, y acaso el
más importante poeta de la generación del novecientos que introdujo el
modernismo en la literatura ecuatoriana. Medardo Ángel Silva, de origen
humilde, padeció el "mal del tedio", y toda su obra, de gran pureza
formal, es un canto de amor a la muerte.Poeta del dolor, del
"spleen", del amor imposible, del hastío de vivir, ha dejado algunas
de las más bellas páginas de la literatura ecuatoriana. Estuvo, como sus
compañeros de generación (Arturo Borja, Humberto Fierro, Ernesto Noboa y
Caamaño) bajo la influencia directa de los simbolistas franceses, especialmente
de Verlaine y Baudelaire. Era un adolescente cuando escribió "Libro de
Amor", "Las Voces Inefables", "Estancias",
"Estampas Románticas". Es también autor de prosas poéticas y de una
pequeña novela titulada María Jesús.Un gran dominio estrófico y un muy hábil
uso de la metáfora caracterizan sus composiciones de El árbol del bien y del
mal, donde con tonos desesperados y melancólicos transmite vivencias ligadas a
la expiación amorosa. Se trata de una poesía musical, heredera del último
Darío, dotada de una obsesión por lo foráneo en el sentido de verse a sí misma
como universal y cosmopolita, lo que da como resultado unos versos llenos de
exotismo.
OBRAS:
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